Seegundo día recorriendo Rumanía, en esta ocasión el Castillo de Bran, el Dino Parc y la Fortaleza de Rasnov, así como la bonita ciudad de Brasov.
Índice
Bran
Castillo
El Castillo de Bran fue erigido entre 1377 y 1388, tras el permiso otorgado por el rey Luis I de Hungría a los sajones de Brașov, quienes financiaron y construyeron la fortaleza. Su objetivo inicial fue militar: defender el paso estratégico de Rucăr-Bran, que comunicaba Transilvania con Valaquia, una ruta clave para el comercio y la defensa:
El castillo presenta una mezcla de arquitectura gótica y elementos renacentistas debido a las ampliaciones posteriores. Sus murallas gruesas, torres angulares y pasadizos ocultos lo hacen un ejemplo típico de fortificación medieval, aunque también incorpora balcones de madera y estancias residenciales adaptadas con el paso de los siglos:
Aunque popularmente se asocia con Vlad Țepeș, el “Drácula” histórico, no hay pruebas de que haya vivido en el castillo. Lo más probable es que pasara por él en alguna ocasión como prisionero en tránsito. La leyenda de Drácula y Bran se consolidó más tarde, gracias al escritor Bram Stoker, aunque este nunca visitó Rumanía:
El mito que une el castillo con el vampiro Drácula surgió en el siglo XX, cuando se buscó un “castillo” para relacionar la obra de Stoker con un lugar real en Transilvania. La silueta gótica de Bran encajaba perfectamente con la imaginación popular, convirtiéndose en un imán turístico y literario, aunque la relación sea más ficticia que histórica:
Además de servir como fortaleza militar, el castillo controlaba la ruta comercial entre Transilvania y el sur de Rumanía, cobrando impuestos a mercaderes que pasaban por el desfiladero. Esta doble función lo convirtió en un punto neurálgico tanto para la seguridad como para la economía de Brașov:
En 1920, el castillo fue donado por la ciudad de Brașov a la reina María de Rumanía, nieta de la reina Victoria de Inglaterra. Ella lo transformó en una residencia real, redecorándolo con gusto y añadiendo comodidades modernas. Durante décadas, Bran fue un refugio de la familia real rumana y lugar de recepciones diplomáticas.
El castillo cuenta con 57 habitaciones, conectadas por estrechas escaleras de piedra, pasajes secretos y galerías interiores. Destacan la Sala de Armas, donde se exhiben armaduras medievales, y la Sala de Música, donde la reina María organizaba veladas. También posee un patio interior con pozo, que servía tanto para el suministro de agua como para funciones defensivas:
Tras la Segunda Guerra Mundial, el castillo fue confiscado por el régimen comunista y convertido en museo en 1956. Desde 2009, pertenece legalmente a los herederos de la princesa Ileana, quienes lo gestionan como un museo privado abierto al público. Hoy recibe millones de visitantes al año y es uno de los monumentos más fotografiados de Rumanía:
El castillo es también famoso por sus pasajes secretos, uno de ellos descubierto en 1920 durante una restauración. Otra curiosidad es que la reina María deseaba que su corazón reposara en una pequeña capilla cerca de Bran, aunque finalmente fue trasladado a Alba Iulia. Además, visitantes cuentan historias de apariciones y fenómenos inexplicables, alimentando aún más el aura misteriosa del lugar:
La figura de Drácula convirtió al Castillo de Bran en un icono cultural. Ha inspirado películas, documentales y novelas góticas, y aunque muchas producciones no lo usaron como escenario real, su imagen se asocia inmediatamente con el “castillo de Drácula” en la cultura popular mundial.
En los alrededores y aledaños del Castillo han florecido por ello, un montón de puestos turísticos que venden todo tipo de merchandising sobre Drácula:
Rasnov
Dino Parc
Para visitar este lugar, lo mejor es dejar el coche en este Parking (12 lei/dia, efectivo). Aunque nosotros lo dejamos en el arcén justo antes de llegar al parking, había decenas de vehículos que estaban así estacionados, así que finalmente no pagmaos nada.
Para subir a Dino Parc hay 2 opciones: 7′ andando por una cuesta pavimentada sin excesiva dificultad o bieen coger este curioso trenecito, donde han enganchado un tractor para subir la cuesta:
Dino Parc Râșnov fue inaugurado en 2015 como el mayor parque temático de dinosaurios en Rumanía y el sudeste de Europa. Se encuentra en un bosque cercano a la Fortaleza de Râșnov, lo que le da un entorno natural perfecto para recrear la atmósfera prehistórica.
El parque alberga más de 100 réplicas de dinosaurios y otras criaturas prehistóricas, todas elaboradas a tamaño real y certificadas científicamente por la Sociedad de Paleontología de Alemania. Cada figura está acompañada de paneles informativos en varios idiomas, ofreciendo datos sobre la especie, hábitat y período geológico:
Uno de los principales objetivos del parque es educativo: busca acercar a los niños y adultos al mundo de la paleontología de manera interactiva. Cuenta con actividades como excavaciones simuladas, zonas para descubrir fósiles y talleres científicos que enseñan cómo trabajan los paleontólogos:
Además de los dinosaurios, el parque ofrece múltiples zonas de juego: tirolinas, cine 9D, área de escalada, laberintos, columpios y actividades temáticas. Esto lo convierte en un destino muy atractivo para familias con niños, ya que combina aprendizaje con diversión:
El recorrido del parque atraviesa un bosque de más de 3 hectáreas, creando la sensación de caminar entre dinosaurios en un ambiente realista. El sendero, perfectamente señalizado, permite explorar tanto las zonas de exposición como los espacios de recreo en medio de la vegetación:
Desde su apertura, Dino Parc Râșnov ha ido ampliando sus instalaciones y colecciones, convirtiéndose en uno de los principales destinos turísticos familiares de la región de Brașov. Ha recibido varios premios por su innovación en turismo educativo y sostenible:
El parque complementa la visita a la Fortaleza de Râșnov, situada a pocos minutos. Así, los turistas pueden en un mismo día viajar desde la Edad Media hasta la prehistoria. Además, la región de Transilvania ha sido escenario de descubrimientos paleontológicos reales, lo que añade autenticidad a la experiencia del parque:
En Dino Parc Râșnov se exhibe la reproducción del Hatzegopteryx thambema, considerado el ave voladora más grande que jamás existió. Con una envergadura estimada de aproximadamente 10-11 metros y un peso entre 200 y 250 kg, rivaliza con el famoso Quetzalcoatlus northropi en tamaño, aunque con una constitución más robusta.
- Hatzegopteryx habitó lo que se conoce como la “isla de Hațeg” durante el Cretácico tardío; se le considera el superdepredador volador de la región.
- Comparativamente, Quetzalcoatlus northropi, otro gigantesco pterosaurio norteamericano, ostenta una envergadura estimada entre 11 y 13 m —algunos estudios incluso la elevan hasta 15 m—, con un peso similar de unos 200-250 kg.
- Las estimaciones entre aficionados y especialistas coinciden en que, mientras Quetzalcoatlus era más esbelto, Hatzegopteryx era más robusto; ambos son contendientes del título del animal volador más grande:
Además del pterosaurio gigante, Dino Parc Râșnov exhibe un meteorito real extremadamente raro, descubierto en Rumanía. Se cree que entró en la atmósfera con varias toneladas de masa, impactando cerca de Suceag (condado de Cluj) en 1992, y fue recuperado en 2012.
Este fragmento está expuesto simulando el momento del impacto —con un cráter de seis metros— y rodeado de animaciones virtuales que recrean el evento, reforzando la conexión entre la extinción de los dinosaurios y los efectos de impactos astronómicos:
Fortaleza
Fue construida en el siglo XIII por los caballeros teutónicos y más tarde reforzada por los sajones de Transilvania. Situada en una colina estratégica en los Cárpatos, tenía como objetivo proteger a la población local de las invasiones tártaras y otomanas. A diferencia de otras fortalezas, no estaba pensada para albergar guarniciones permanentes, sino para servir como refugio comunitario en tiempos de peligro. Sus gruesas murallas, torres de vigilancia y posición elevada la convirtieron en un bastión casi inexpugnable durante siglos:
Conocida también como la “fortaleza campesina”, dentro de sus murallas llegaron a instalarse viviendas, una escuela, una capilla e incluso un pozo de 146 metros de profundidad que garantizaba agua en caso de asedio. Gracias a estas características, los habitantes podían resistir largos cercos sin depender del exterior. Hoy la fortaleza, parcialmente restaurada, ofrece a los visitantes una combinación de historia medieval, vistas panorámicas del valle de Țara Bârsei y exposiciones que muestran la vida cotidiana de los antiguos defensores:
Brasov
Biserica Evangelica
Construida en el siglo XIX (1829-1839), es un templo de estilo neoclásico que se erigió para la comunidad luterana alemana de Brașov. Se caracteriza por su fachada sobria y su torre central, y se convirtió en un importante centro religioso para los sajones, en un barrio donde predominaban las tradiciones germánicas:
Poarta Schei
Levantada en 1827 en estilo barroco tardío, esta puerta monumental marca la entrada al barrio Schei, donde residía principalmente la comunidad rumana ortodoxa. Fue un símbolo de apertura, ya que durante siglos los rumanos tenían restringido el acceso al casco medieval sajón:
Puerta Catalina (Poarta Ecaterinei)
Construida en 1559 por la cofradía de los sastres, es la única puerta medieval que se conserva casi intacta en Brașov. Con su estilo renacentista y cuatro torrecillas en las esquinas, simbolizaba la autonomía de la ciudad y el derecho a ejecutar justicia. Su aspecto de castillo la convierte en una de las más pintorescas:
Sinagoga Beth Israel
Edificada en 1899 en estilo neogótico con elementos moriscos, es la principal sinagoga de Brașov y testimonio de la importante comunidad judía de la ciudad. En la Segunda Guerra Mundial sufrió daños y saqueos, pero fue restaurada tras 1945 y aún hoy se utiliza para el culto:
Callejón de la Cuerda (Strada Sforii)
Data del siglo XVII y es una de las calles más estrechas de Europa, con apenas 1,30 metros de ancho en su parte más ancha. Originalmente servía como pasaje de los bomberos entre dos calles, y hoy es una curiosidad turística que suele ser escenario de fotos y pequeñas actuaciones:
Iglesia Negra (Biserica Neagra)
Empezada en 1383 y finalizada en 1477 en estilo gótico, es el edificio religioso gótico más grande de Rumanía. Su nombre se debe al incendio de 1689 que ennegreció sus muros. Destaca por su órgano barroco de 4.000 tubos y su colección de alfombras otomanas, donadas por mercaderes sajones:
Fortaleza (Cetățuia de pe Strajă)
Construida entre los siglos XV y XVII en una colina estratégica, combina estilos medievales y renacentistas. Fue baluarte de defensa contra invasores, pero también prisión en siglos posteriores. Actualmente es un mirador espectacular de la ciudad:
Plaza del Consejo (Piața Sfatului)
Centro neurálgico de Brașov desde la Edad Media, rodeada de casas de mercaderes sajones en estilo barroco y renacentista. Aquí se celebraban mercados y ejecuciones públicas, y hoy es el corazón turístico de la ciudad:
Casa Sfatului (Council House)
Levantada en 1420 y reformada en siglos posteriores, es un edificio de estilo renacentista con torre central. Fue sede del consejo de los sajones y lugar de decisiones políticas cruciales. Actualmente alberga el Museo de Historia de Brașov:
Iglesia Ortodoxa de la Asunción (Biserica “Adormirea Maicii Domnului”)
Construida en 1896 en estilo neobizantino, con cúpulas decoradas y frescos de vivos colores. Fue el templo principal de la comunidad ortodoxa rumana en Brașov tras la emancipación del dominio sajón:
Iglesia de San Pedro y San Pablo (Biserica Sfinții Apostoli Petru și Paul)
Edificada a finales del siglo XIX (1884-1896), también en estilo neobizantino, destaca por su arquitectura con cúpulas doradas y su interior ricamente pintado con escenas religiosas:
Centrul Cultural Apollonia
Antigua escuela y centro cultural, fue fundado en 1836 y lleva el nombre de la escritora y pedagoga Apollonia Hirscher. El edificio, de estilo renacentista, fue durante siglos un espacio de encuentro de comerciantes y actualmente alberga actividades culturales y exposiciones:
Turnul Vanatorilor / Roper’s Bastion / Turnul Artelor / Bastión Tejedores (Bastionul Tesătorilor)
Construidos entre los siglos XV y XVII como parte de la muralla medieval de Brașov, muestran la organización de los gremios artesanos, que se encargaban de su defensa. El Bastión de los Tejedores es el mejor conservado, con gruesos muros y hoy museo sobre la historia de la fortificación:
Biserica St Paraskeva
Construida en el barrio Schei en el siglo XVIII, es un templo ortodoxo de estilo tradicional rumano con influencias bizantinas. Está dedicada a Santa Paraskeva, una de las santas más veneradas en Rumanía, y destaca por sus iconos y frescos murales:
Dejamos por aquí un video de nuestro alojamiento para esa noche, esas cosas que sólo pueden pasar en Rumanía, después de haber visitado el Castillo de Bran:
